Este año escolar que ya esta finalizando me tocó un reto importante en mi carrera como docente, al menos así lo considero; más que un reto fue un cambio , pues me asignaron primer grado, esto fue una experiencia nueva para mí, debido a que nunca habia trabajado con niños tan chiquiticos, fue fuerte el cambio y al principio me costó mucho adaptarme, pero ahora le doy gracias a Dios por esta experiencia, ya que como docente debo conocer de cada grado, eso me hará crecer y conocer mas de mi profesión en todas las etapas , aunque me encanta trabajar con la segunda , pero mi experiencia con estos niños me ha enseñado muchísimo, y la satisafacción que se siente al ver sus progresos es increíble y muy satisfactorio, aunque no todos logren lo que me gustaría y lo que me propuse, ya han hecho demasiado con lo que han logrado, y sobre todo me enseñaron a mí, tengo muchas anécdotas y experiencias agradables que contar de mi grupo y ya me encanta, por la inocencia que los invade, por sus curiosidades por saber de todo un poco, por sus preguntas a todo, por sus dolores de barriga constantemente, por sus lloraderas por todo y a cada rato, por sus malcriadeces, sus asmas, en fin con tantas situaciones, pero cada una de ellas tiene un por qué.
Me tocó vivir una experiencia con una niña cuya situación familiar no es fácil, me ha dado trabajo, ratos de rabia e impotencia , pero he aprendido a quererla y a tenerle una paciencia que no imagine que tenía, aprendí a conocer sus caras y hasta parte de su personalidad, lo que le gusta hacer, lo que no le gusta, aprendí a ver en ella cuando me miente y cuando no, en fin ella particularmente me ha dado un aprendizaje muy significativo y me ha marcado como docente, por lo que jamás me lamentaré de haberte tenido como alumna.
En resumidas cuentas aprendí a conocer a cada uno de mis pequeños, ahora les doy las gracias por permitirme FORMAR parte de su historia y de su niñez. LOS QUIERO MUCHO CHIQUITINES, Y SOLO ME BASTA CON QUE USTEDES MAS ADELANTE ME RECUERDEN BONITO. ESA SERÁ MI MAYOR RECOMPENSA.
¡Qué bueno leerte de nuevo por aquí mae! Me gustó mucho tu lo que escribiste, muy bonito y muy sentido.
ResponderEliminar!Muy buena tu reflexión colega. También tengo la dichaa de traabajar con esos pequeñines y en realidad es una experiencia unica e irrepetible. Gracias Señor por todo lo permitido!!! felicidades colega...
ResponderEliminarMuy lindo y emotivo tu relato, me encanto leerlo y hasta me puse melancólica, ellos, los niños son nuestra inspiracion.
ResponderEliminarAdelante ésto dice mucho de ti, de lo excelente maestra que eres y el orgullo de saber que todavia existen maestros de verdad, de los de vocacion que tanto necesita nuestra sociedad.
El poder del Amor:
ResponderEliminarUn profesor universitario envio a sus alumnos de sociologia a las villas miserias de Baltimore para estudiar doscientos casos de varones adolescentes. Les pidió que escribieran una evaluación del futuro de cada chico. En todos los casos, los estudiantes escribieron: "no tiene ninguna posibilidad". Veinticinco años mas tarde, otro profesor de sociologia se encontró con el estudio anterior. Envió a sus alumnos a que hicieran un seguimiento del proyecto para ver que les habia pasado a aquellos chicos. Exceptuando a veinte de ellos que se habian muerto, los estudiantes descubrieron que casi todos los restantes habian logrado un éxito mas que modesto como abogados, médicos, y hombres de negocios.
El profesor se quedó pasmado y decidió seguir adelante con el tema. Por suerte, todos los hombres estaban en la zona y pudo hablar con cada uno de ellos. ¿Cómo explica su èxito?, les preguntaba. En todos los casos, la respuesta, cargada de sentimiento, fue "hubo una maestra".
La maestra todavia vivia, de modo que la buscó y le preguntó a la anciana, pero todavia lúcida mujer, qué formula mágica habia usado para que esos chicos salieran de la villa y tuvieran éxitos en la vida.
Los ojos de la maestra brillaron y sus labios esbozaron una agradable sonrisa. "En realidad es muy simple- dijo- queria mucho a esos chicos".
Eric Butterworth.
Esta fue una reflexión dada por unos compañeros en una exposición de la universidad cuando mis compañeras y yo estabamos en el post grado, esta es una de varias reflexiones que se repartieron a lo largo de nuestras clases , las cuales aun conservo, pero esta en especial me pareció muy bonita , ya que REFLEJA lo mucho que podemos marcar a nuestros alumnos si aparte de regaños y castigos , les brindamos amor y dedicación , podemos lograr de ellos grandes profesionales con éxitos . Y siempre formaremos parte de su historia. Por esto y mas a pesar de todo, considero que nuestra profesión es la mas hermosa de todas. AUN CUANDO LES CONFIESO QUE EN OPORTUNIDADES ME SIENTO CANSADA, Y PORQUE NO DECIRLO OBSTINADA, pero creo que a cualquier ser humano sea cual sea su profesión siente lo mismo en algun momento de su carrera . Pero aun asi sigo hacia adelante tratando de dar lo mejor.
Cada dia aprendo que todos los niños y todos los muchacho tienen su propia historia y que nosotros como docentes formamos parte de ella, bien sea para bien o para mal, o simpelemente ni contamos, y eso ES mas triste no significar nada para nuestros alumnos, quizas nadie nos reconozca nuestro trabajo, incluso ni sus propios padres, lo importante, es que nosotros mismos hagamos lo posible por hacer de nuestro trabajo el mejor y tener a diosito te testigo para ello.